Yo y mis circunstancias
Desde siempre me han fascinado las relaciones de pareja. Es mi mayor verdad y la más grande de las vocaciones.
Ya a la edad de los 11 años recuerdo la sorpresa de mi madre, cuando al estar hablando con una vecina sobre la separación de una amiga en común, le pregunté intrigada: “y con lo que se quieren… ¿por qué no es suficiente el amor para que sigan juntos?”
Si dedico mi tiempo, ilusión y mi vida a la terapia de pareja es porque, entre otras cosas, estoy convencida de que merece la pena intentarlo. Ayudo a las parejas a que vean que tienen opciones, que siempre hay alternativas al sufrimiento y que no son víctimas pasivas de una relación que se está yendo a pique sin remedio. Sino que siempre hay alternativas y luz al final del túnel, por muy oscuro que ahora se vea.
Mi leitmotiv
Al final todo va a acabar bien. Y si no acaba bien…
…es que aún no es el final…
Vocación
Elegirse entre cientos de personas no es algo que ocurra fácilmente todos los días. Encontrar a alguien con quien hemos decidido compartir y compartirnos no es una decisión que hemos dejado al azar.
Por ello, me apasiona acompañar a mis parejas a desatar los nudos, a desnudarse frente a frente, a hablar desde el “yo” sin miedos ni culpas, a comprender las necesidades y deseos del otro/a, a tomar decisiones y soluciones compartidas, a leer las señales implícitas, a adaptarse los cambios y a disfrutar de la compañía mutua.
¿Existe un trabajo más maravilloso que éste?
No sé lo que está escrito en Vuestro Libro, ni puedo predecir cómo será el desenlace del mismo, ya que cada “Tú, Yo y Nosotros” es diferente y la palabra felicidad no siempre significa lo mismo para todos.
Lo que sí puedo asegurar es un trato cálido y cercano, una visión diferente, objetiva y profesional, un acompañamiento real y una empatía incondicional, que os ayude a reflejaros el uno al otro sin máscaras ni escudos, sino desde lo que realmente sois y queréis ser. Y a partir de ahí decidáis como escribir Vuestra Historia.
¿Cómo trabajo?
Normalmente, decidirse a ir por primera vez al psicólogo suele generar ansiedad. Las dudas de si seré la profesional adecuada que te pueda ayudar suele provocar cierta incertidumbre y desconfianza.
Dependiendo de cuál sea el problema, tus circunstancias y el momento personal en el que te encuentres puedo ofrecerte la modalidad terapéutica que más se ajuste a tus necesidades (consulta por skype- dentro de la UE-, presencial, individual o de pareja) Todas ellas asentadas en las tres claves básicas de “confidencialidad, profesionalidad y acompañamiento”.
Formación Especializada
Merece la pena intentarlo, siempre hay que buscar una nueva opinión para que los “problemas” que tenemos tengan la solución deseada.