Pareja equilibrada: juntos pero no revueltos
Sentirse bien individualmente y al mismo tiempo sentirse bien en pareja es una de las grandes metas de una relación. Crecer a nivel personal y hacerlo a la vez al lado de la persona a la que queremos, es una búsqueda ansiada. Y es por ello que uno de los aspectos más importantes -y a la vez más difíciles- a la hora de “negociar” nuestras relacionales es encontrar el equilibrio entre los límites del espacio individual y el de la pareja.
“Es uno de los elementos clave a la hora de predecir el éxito en la pareja,
ya que los límites internos regulan el continuo
dependencia/independencia entre ambos miembros y los límites externos
marcan la distancia entre la propia pareja y el mundo exterior (amigos,
hijos, trabajo, familias de origen, etc.).”
Modelos de pareja y dificultades asociadas
La simbiosis: unid@s por el cordón umbilical
hijos, enfermedad, distancia por cambio de trabajo, crisis personales, etc.) y uno de los dos -o ambos- no consiga aceptar el necesario proceso de separación e individuación del otro, frustrándose con arduos intentos de seguir en el modelo idílico anterior.
El desligamiento: ¿pareja o (des)conocidos?
bien por modelado (familiar, socio cultural), poseen un creciente miedo a la pérdida de identidad, a la renuncia del espacio personal y al desarrollo de la intimidad.
Esto da lugar en muchas ocasiones a establecer límites extremadamente abiertos o flexibles respecto del exterior, para así asegurarse una sensación de pseudo-seguridad y pseudo-control afectivo pero que al mismo tiempo va limitando la convivencia amorosa en común, convirtiéndose cada vez más en compañeros conocidos que en pareja.
En otros casos, se introduce la triangulación de un tercero en la pareja (un hijo/a, trabajo, una infidelidad) que mantiene a “salvo” la relación pero manteniendo la lejanía emocional entre ambos.
La interdependencia: seguridad afectiva y la libertad personal
puesta en marcha de un modelo propio y flexible, consiguen una danza equilibrada entre el espacio personal, el espacio exclusivo de la relación y el común con el exterior.
La conexión se produce por el placer de compartir y crecer juntos sin miedo a la pérdida de identidad individual. Al mismo tiempo que el crecimiento individual y social retroalimenta y potencia la relación de pareja.
Un modelo a medida
El cómo diseñar y vivir en un modelo que mantenga el equilibrio entre los límites internos y externos de una relación, dependerá siempre de cada pareja y de su proceso personal: de su historia de vida, de su modelo familiar, de su propias expectativas, etc. No existe un manual de instrucciones tipo IKEA donde el modelo estándar esté creado de antemano y pueda hacerse un copy&paste, pero sí existen unas condiciones a priori que favorecen su aprendizaje y potencian su éxito.
Referencias bibliográficas:
- SANZ, F. “Los vínculos amorosos (loves bonds)“. Kairós, 1995.
- MORFA, José Díaz. “Prevención de los conflictos de pareja“. Desclée de Brouwer, 2003.